Aunque resulte paradójico, pocas veces nos preguntamos por qué el espejo nos devuelve una imagen invertida. Debe de ser la costumbre. La misma, probablemente, que nos hace pasar por alto todo lo que ocurren el período transcurrido entre pulsar y ver en pantalla una letra y la siguiente. O un espacio en blanco. O un signo de puntuación… ¿Quién decide los blancos de separación? ¿Y los interiores? ¿Cuál es la proporción áurea para la letra, la palabra o el párrafo?

Existe una historia detrás de este infinitesimal momento. Una historia individual para cada póliza o fuente y otra, superior, de valor cultural. Y ambas tienen que coincidir, reflexivamente, si no queremos convertir el resultado en un alienígena tipográfico.

Sin alcanzar el axioma dorsiano de «lo que no es tradición es plagio», el autor desentraña, partiendo de la tradición –clásica y reciente–, lo que ocurre antes de aparecer la letra en la pantalla. A partir de ahí, pone en nuestras manos cómo hacerlo nosotros y cómo hacer que crezca el interés por conocer nuestro trabajo.

Dos procesos, reflexión y acción, que son dos libros en los que Daniel Rodríguez Valero hace coincidir su experiencia práctica y pedagógica.

 

Manual de tipografía digital

$51.18 USD
Manual de tipografía digital $51.18 USD
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Retiro en Tienda 9 de julio 2883 - Local 2. Horarios a convenir

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Aunque resulte paradójico, pocas veces nos preguntamos por qué el espejo nos devuelve una imagen invertida. Debe de ser la costumbre. La misma, probablemente, que nos hace pasar por alto todo lo que ocurren el período transcurrido entre pulsar y ver en pantalla una letra y la siguiente. O un espacio en blanco. O un signo de puntuación… ¿Quién decide los blancos de separación? ¿Y los interiores? ¿Cuál es la proporción áurea para la letra, la palabra o el párrafo?

Existe una historia detrás de este infinitesimal momento. Una historia individual para cada póliza o fuente y otra, superior, de valor cultural. Y ambas tienen que coincidir, reflexivamente, si no queremos convertir el resultado en un alienígena tipográfico.

Sin alcanzar el axioma dorsiano de «lo que no es tradición es plagio», el autor desentraña, partiendo de la tradición –clásica y reciente–, lo que ocurre antes de aparecer la letra en la pantalla. A partir de ahí, pone en nuestras manos cómo hacerlo nosotros y cómo hacer que crezca el interés por conocer nuestro trabajo.

Dos procesos, reflexión y acción, que son dos libros en los que Daniel Rodríguez Valero hace coincidir su experiencia práctica y pedagógica.